Es necesario entender en estas líneas la idea que tengo sobre mi propia evolución a lo que refiere al movimiento que esta gestando la transformación de nuestra Patria.
El tiempo y los hechos están manifestando el aplomo y el arraigo de este proyecto nacional y popular, entre todos los argentinos.
Este articulo no esta dirigido a extraños, sino aquello que adheridos de corazón al movimiento, ansían penetrar mas hondamente la ideología nacional y popular.
Bien se que la viva voz gana mas fácilmente las voluntades que la palabra escrita y que asimismo el progreso de todo movimiento trascendental debiese generalmente en el mundo mas a grandes oradores que a grandes escritores.
Sin embargo, es indispensable que de una vez para siempre quede expuesta, en su parte esencial, una doctrina, para poder después sostenerla y propagarla uniforme y homogéneamente.
Considero necesario que la difusión de la tarea, la gestión de gobierno tiene que estar íntimamente relacionada con la idea del boca a boca, dar pelea en cada uno de los lugares donde desempeñamos nuestras tareas día a día.
Es decir la ideología y el movimiento deben ir de la mano.
Era natural que el movimiento únicamente pudiese esperar asumir la importancia necesaria y obtener la fuerza requerida para su gigantesca lucha, en el caso de que desde el primer momento lograra despertar en el alma de sus partidarios, la sagrada convicción de que dicho movimiento no significaba imponer a la vida política un nuevo lema electoral, sino hacer que una concepción ideológica nueva, de trascendencia capital, llegar a preponderar.
Avancemos un poco mas sobre este tema y puedo decir que la realización de aspiraciones de concepciones ideológicas y también la de los postulados que de ellas de derivan, no son resultados ni de la pura sensibilidad ni de l solo anhelo del hombre, como tampoco la consecución de la libertad, es el fruto del ansia general por ella.
Toda concepción ideológica, por mil veces justa y útil que fuese para la humanidad, quedara prácticamente sin valor en la vida de un pueblo, mientras sus principios no se hayan convertido en el escudo de un movimiento de acción, el cual a sus vez, no pasara de ser un partido, mientras no haya coronado su obra con la victoria de sus ideas y mientras sus dogmas de partido no constituyan las leyes básicas del Estado dentro de la comunidad del pueblo.
Es necesario sumar a esto la idea del General Juan Perón sobre trabajar y luchar, en la que manifiesta que trabajar y luchar defendiendo nuestros ideales, que son los ideales del pueblo. Creo que por primera vez en nuestra Patria se nombra ahora al pueblo por el pueblo mismo .Antes, cuando se invocaba al pueblo lo era con un concepto totalmente distinto del actual.
Par finalizar es necesario tener siempre esta premisa que nos diera a conocer nuestro líder conductor Néstor Kirchner: sigamos con muchísima fuerza, no caigamos en ninguna de las provocaciones. Nosotros tenemos que construir la Argentina de los argentinos, la Latinoamérica para los latinoamericanos.